Hace varios años, el Dr. Emote expuso al agua cristalizada a diferentes palabras habladas y escritas, a diversas piezas musicales, a momentos de oración y tomó fotografías con un microscopio. Estas son tan sólo algunas de las imágenes del estudio. Puedes encontrar muchas más en línea y te sorprenderás. Para mí, lo más importante de este estudio es recordar que 80% del cuerpo de los niños pequeños está conformado de agua y 75% del cuerpo de los adultos también. La mayor parte de tus células tiene agua, 90% del plasma de la sangre está hecho de agua, y la mayor parte del líquido que protege a tu cerebro tiene agua. De ahí que vale la pena cuestionarnos, si sólo un par de palabras afectan la forma del agua, imagina lo que tus pensamientos, y tus palabras afectan la salud de tus hijos y de tu pareja. Imagina lo que tus pensamientos afectan la salud de tu cuerpo.
Si quieres explicarles a tus hijos una razón profunda por la que las groserías y los insultos no están permitidas en casa, este es un estudio que siempre los deja sorprendidos. Las palabras que utilizamos en el día a día, si afectan el funcionamiento de nuestro cuerpo, y a la larga se vuelven parte del tren de pensamientos que vive en la mente de nuestros hijos y nuestra pareja. De ahí que todos en casa tenemos la responsabilidad de construir salud y armonía a través de ellas.
Te deseo que esta reflexión te ayude en estos tiempos de cuarentena a crear un ambiente de armonía con tu familia.