¿Por qué te alejas? Si yo quiero convivir contigo

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“¿Por qué si yo quiero aprovechar la cuarentena para acercarme a mi adolescente, parece que él se aleja y me evade?” Me han preguntado varias personas en esta semana.

Si tienes un hijo entre los catorce y los dieciséis años y durante esta cuarenta has visto que él o ella se aleja de ti, a pesar de que tú lo buscas es posible que esté pasando por la parte más intensa de INTERIORIZACIÓN Y DIFERENCIACIÓN DE PENSAMIENTO ADOLESCENTE.

La Interiorización y diferenciación de pensamiento adolescente consiste en todos los intentos que el joven hace por observarse, por cuestionarse quien es y quien quiere ser, por formar sus creencias y convicciones. A través de ella analizan sus propios pensamientos y perspectivas, y de manera instintiva los comparan con sus pares, y con otros adultos que los rodean. De ahí que platicar con sus amigos se vuelva una parte muy importante de su desarrollo, así como buscar ídolos o personas a quien seguir. Es como si una parte de su ser interior les gritara: “Ya es tiempo de que busques pensar por ti mismo, en lugar de hacer todo lo que tus padres te dicen, sin analizar si sus instrucciones van de acuerdo a tus convicciones”. Tú que ahora eres adulto debes tener presente que también pasaste por esta etapa, pero tal vez no lo recuerdes. Lo que tal vez si puedas ver es que gracias a tu propio proceso de diferenciación de pensamiento, tú no coincides con todos los puntos de vista de tus padres. Fue la adolescencia que te permitió crear tus propias perspectivas, opiniones y convicciones, para formar la persona y el padre de familia que eres hoy en día.

Así que mi consejo para todos los que están pasando por esta etapa, es que no te angusties. La clave es estar presente para ellos, pero al mismo tiempo darles su espacio. Y quiero dejar claro que darles su espacio no significa no pedirles que apoyen con las responsabilidades de la casa, o con las reglas que deben ser previamente analizadas, comprendidas y platicadas. Darles su espacio es dejarles guardar silencio a la hora de la comida, es permitirles pasar tiempo a solas sin estar insistiendo una y otra vez que porqué no platican contigo, es aceptar que busquen sus propias opiniones y puntos de vista.

Creo que si tu hijo pudiera explicar lo que le sucede en estos momentos, te diría algo así.

Querida mamá, querido papá:

Ha llegado el tiempo en el que me corresponde comenzar a formar mis propios puntos de vista y opiniones. No sé si te habías dado cuenta, pero durante mis primeros años sólo hacía lo que me pedías por complacerte, para que no me fueras a castigar o para que me premiaras. Muchas veces escuché tus sermones y opiniones que tenían MUUUUCHAS PALABRAS y yo me quedaba callado porque mi pensamiento era aún muy inmaduro para cuestionarte.

Pero ahora, siento que nace un gran deseo de hacer las cosas porque VERDADERAMENTE creo que eso es lo correcto y eso significa que tengo que pensar mucho y formar mis propias perspectivas. Por eso busco tiempo para estar a solas, conectar con los de mi generación y entenderme. Y eso toma tiempo y mucha paciencia. Así que, si te pregunto el porqué de las reglas, por favor no te vayas a ofender. Debes saber que mi pregunta que dice: “¿Por qué papá, pero por qué mamá?”, busca entenderte más allá de: “Debo hacer las cosas para que no te enojes conmigo, o para que no me castigues”.

En otras palabras, necesito que me hagas ver que el porqué de las cosas se fundamenta en cosas reales como el amor que debe prevalecer en una familia a través de principios universales como el respeto, la honestidad, la congruencia, la amabilidad, la paciencia y la responsabilidad. Por ejemplo, el por qué no me conviene tomar o no fumar en las fiestas se relaciona con el gran amor y respeto que debo sentir por mi persona, para sentirme motivado a cuidar de mi cuerpo y mi mente.

Sé que esto toma tiempo, y la verdad no sé cuanto. Nunca en mi vida me había sentido así.

Sólo que aunque suena contradictorio, no te vayas tan lejos, necesito sentir tu presencia, necesito todavía saber que me quieres y que me aceptas. Allá afuera el ambiente entre mis amigos y compañeros no siempre es tan amable como me gustaría. Sólo que ninguno nos atrevemos a decirlo.

Lo que si sé es que si me das mi espacio y me sigues guiando a un camino de amor propio, responsabilidad, honestidad y respeto, poco a poco me daré cuenta que tú tienes razón. Que todo lo que me dices tiene mucho sentido. Pero cuando pase este tiempo y regrese a ti, lo haré convencido de que todo lo que me has dicho se fundamenta en tu gran sabiduría y amor por mí.

Sé que lo que te pido es difícil, porque extrañas la alegría de mi infancia, y mis múltiples expresiones de amor por ti basadas en lo mucho que te necesitaba. Pero, tal vez es porque aún no conoces el amor de un adolescente que admira y respeta a sus padres, de manera mucho más profunda porque le tuvieron la paciencia de esperar a que él poco a poco formara sus propias convicciones.

Que no se te olvide que aunque estoy más callado y a veces más contestón mi amor por ti siempre está en mi corazón

Tu hij@

Escrito con todo cariño para que en esta cuarentena haya más comprensión y unión entre las familias.