El resentimiento es uno de los hábitos más nocivos para las relaciones interpersonales y para el cuerpo humano. El resentimiento tiende a mantener encendida la emoción del enojo dentro de nosotros y como vimos en la publicación anterior sobre lo que sucede en nuestro cuerpo cuando estamos enojados, sentir ira constantemente tiene efectos devastadores en los órganos de nuestro cuerpo. Por eso es importante identificar si tú o tus hijos tienen tendencia al resentimiento. A continuación, te describo cinco conductas humanas que promueven el resentimiento Según el doctor Luskin, inminente investigador sobre el tema. Te invito a que compartas esta reflexión con tus hijos adolescentes y con tu pareja para que identifiquen si existe la tendencia en tu familia de vivir con resentimiento.
1.TENDENCIA A TOMAR LAS ACCIONES Y PALABRAS DE LOS DEMÁS A DE MANERA PERSONAL.
Cuando una persona toma las cosas de manera personal, tiene la creencia de que lo que hizo el otro fue con la intención de lastimarlo y sobre todo, permite que la acción o conducta del otro afecte su estado emocional de manera negativa. Por ejemplo: en la mañana la señora Claudia le dijo a su hija Alexa que es una inútil y que no sirve para nada, que nunca va a aprender porque le volvieron a llamar de la escuela. Alexa permitió que los comentarios de su mamá la hirieran. Se lo tomó personal. Lleva toda la mañana pensando que su mamá no la respeta y no la comprende. Alexa está enojada, triste y avergonzada, es decir está resintiendo lo sucedido. Por si fuera poco, al llegar a la escuela, la maestra le dijo a Alexa lo siguiente: “¿Otra vez llegaste tarde?, parece que no entiendes”. En este caso, a Alexa no le afecto emocionalmente lo que dijo la prefecta porque siempre la ve de mal humor y porque sabe que así es con todo el mundo. Es decir, no se tomó el comentrio de manera personal.
Por otro lado, el sábado por la mañana Carlos escuchó que su hermanito Toño de tres años le gritaba: “Ya no te quiero” al mismo tiempo que le aventó uno de sus juguetes. La acción del pequeñín no generó ningún cambio emocional negativo en la vida de Carlos. Carlos sabe que Toñito está madurando y por lo tanto sus acciones, más que ser un intento por lastimarlo, son producto de su propia inmadurez. Carlos no se tomó personal las acciones de su hermano.
A mayor tendencia de ver a las personas como malas, mayores posibilidades de tomarnos las acciones de los demás de manera personal. A mayor tendencia de tomarnos las conductas de los demás de manera personal, mayor potencial para el resentimiento. ¿Conoces a alguien que tiende a tomarse la mayoría de las cosas de forma personal?
2. TENDENCIA A CULPAR A LOS DEMÁS POR SUS SENTIMIENTOS Y CIRCUNSTANCIAS.
Cuando al experimentar dolor culpamos a alguien, sentimos una ligera sensación de alivio. Culpar ayuda temporalmente a calmar el dolor que experimentamos. Sin embargo, a la larga la tendencia a culpar a los demás por nuestras vivencias y circunstancias genera un ciclo vicioso que nos atrapa. La mayoría de las veces cuando culpamos a los demás deseamos que el otro se sienta culpable y a partir de su culpa responda por lo sucedido. Sin embargo, la mayoría de las veces las personas no reaccionan bien cuando les decimos “Por tu culpa soy infeliz, tú me arruinaste la vida……Eres un desgraciado por tu culpa me castigaron”. Este tipo de frases casi siempre genera la reacción opuesta en la persona. Los reclamos son una de las maneras más inefectivas para despertar el lado compasivo y bueno de los demás. A pesar de eso, una gran cantidad de seres humanos tienden a quedarse atrapados mentalmente en el ciclo de culpar y reclamar. Las personas resentidas tienden a encender un archivo MP3 dentro de su cerebro que expresa reclamos constantes hacía las personas que les ocasionan dolor. A mayor tendencia a culpar y a reclamar, más posibilidades de vivir con resentimiento.
¿Conoces a alguien que tienda a culpar a los demás por sus sentimientos negativos?
3. TENDENCIA A CREAR Y REVIVIR HISTORIAS DE DOLOR EN NUESTRA MENTE.
La Bella Durmiente es una historia que relata como una joven es alejada de sus padres desde sus primeros años para que la bruja más malvada en la historia del cine, según algunos críticos, no le hiciera daño en su cumpleaños número dieciséis. Cientos de niños crecieron escuchando esa historia y por años creyeron que Maléfica sólo se dedicaba a hacer el mal y que era incapaz de sentir amor y compasión por los seres humanos. Sin embargo, hace pocos años tuvimos la oportunidad de ver la película de Maléfica, la cual relata la misma historia desde otra perspectiva. Esta perspectiva nos muestra el sufrimiento de la “supuesta malvada bruja”, cuando el papá de Aurora, el rey Stefan le corta sus alas y la traiciona. Al terminar la película, todos vimos a Maléfica con otra luz.
La realidad de esta historia es que la verdad de lo sucedido nunca se va a saber, porque es un cuento para niños.
Sin embargo, cuando alguien nos lastima, sucede lo mismo que con la película, únicamente recordamos algunas escenas de lo sucedido, y vemos las cosas desde una perspectiva determinada. En las personas con tendencia al resentimiento, la historia de lo sucedido tiende a pasar por su mente con una perspectiva muy polarizada. Es como si dentro de nuestro cerebro existiera una pantalla a través de la cual vemos las diferentes historias de nuestra vida y nosotros seleccionáramos las escenas que se reproducen en nuestra pantalla. Las personas resentidas ven una o varias historias donde la víctima de lo sucedido son ellos y el que los lastimó es el villano injusto, malo sin sentimientos ni emociones. Además, las personas resentidas tienden a olvidar el aspecto positivo de la vida porque las historias polarizadas se repiten una y otra vez en su mente. A mayor tendencia a ver historias en nuestra mente de manera polarizada, mayor potencial para el resentimiento.
4.TENDENCIA A CONTROLAR A LOS DEMÁS.
Cuando somos pequeños nuestros padres controlan algunas de nuestras conductas a través del establecimiento reglas y consecuencias. Sin embargo, en la medida que crecemos, las consecuencias que experimentamos son las que la vida nos presenta de manera natural. Por ejemplo, Luis de cinco años no hizo la tarea. Como resultado, aquella tarde, su mamá no lo llevó al parque. En cambio, Luis de dieciocho años reprobó sexto semestre de preparatoria. Como resultado, carece del certificado para entrar a la universidad y por lo tanto no le permitieron hacer examen de admisión. En este caso, la mamá de Luis no tuvo que intervenir, la vida misma le mostró que sus decisiones tienen consecuencias. Sin embargo, algunas personas piensan que siempre deben controlar y castigar a los demás por sus actos irresponsables o dañinos. La vivencia de que nuestros padres nos ponían consecuencias de pequeños, a muchos nos hace pensar que debemos de impartir justicia a todos aquél que nos lastima. Pero desgraciadamente la tendencia a querer castigar a las personas que nos hieren incrementa nuestras posibilidades de vivir con resentimiento, porque muchas veces no los podemos castigar ni mucho menos controlar su voluntad. La encargada principal de hacer esto es la vida misma. En la medida en la que reconozcamos que no siempre nos corresponde castigar a los que nos lastiman, disminuimos nuestro potencial para el resentimiento. Por ejemplo, Laura era novia de Edgar hasta que descubrió que él le era infiel. Laura dedicaba gran parte de su tiempo a cuidar de su noviazgo y al descubrir la infidelidad se sintió traicionada y llena de dolor por aquél que ella pensaba era su mejor amigo. Después de que Laura descubrió todas las mentiras que Edgar le había dicho, Edgar se mudó de ciudad y perdió todo contacto con Laura. Laura tiene meses deseando que Edgar reciba su merecido, pero no ha sabido nada de él. Laura sueña con liberar el dolor que Edgar le ocasionó a través de hacerle sentir dolor a su ex novio. Si Laura queda atrapada en el ciclo del castigo y el control, posiblemente pierda años felices de su juventud experimentando emociones de enojo y dolor características del resentimiento.
Si Laura lo permite, al paso del tiempo su cuerpo y su estado emocional le cobrará la factura por permitirse experimentar emociones negativas la mayor parte de su vida. Tal vez por esta característica del resentimiento en alguna ocasión Nelson Mandela dijo: “el resentimiento es como beber veneno y luego esperar a que mate a tus enemigos”. A mayor deseo de castigar a los demás, mayor potencial para el resentimiento.
5. DESCONOCER EL SIGNIFICADO DEL PERDÓN.
Una de las razones por las cuales la gente se queda atrapada en un ciclo de resentimiento es porque desconoce el verdadero significado del perdón así como las ventajas de perdonar. Perdonar no significa que lo que la otra persona hizo estuvo bien, o que tienes que confiar o reconciliarte con la persona. Perdonar significa poder recordar el evento y sentir calma porque ya has liberado todas las emociones negativas asociadas con lo sucedido. A mayor claridad sobre el significado del perdón, mayor posibilidad de querer encontrar estrategias para liberar las emociones negativas albergadas en nuestro corazón.