La responsabilidad

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Año con año platico con grupos de jóvenes acerca del significado de la palabra responsabilidad y al preguntarles si escuchar este término les produce agrado o desagrado, por lo general más del setenta por ciento del grupo contesta que sienten desagrado. Sin embargo, al profundizar y lograr una comprensión más completa con los jóvenes sobre las ventajas de desarrollar el sentido de responsabilidad, muchos cambian su asociación negativa con esta palabra y despiertan su motivación por volverse responsables. Y ese es el objetivo de esta publicación, hacer una reflexión sobre el significado de la responsabilidad en el ser humano y con él tener más herramientas para motivar a nuestros hijos a ser responsables.

La palabra responsabilidad se puede definir como habilidad para responder. A mayor capacidad de una persona para ser responsable, mayores habilidades para responder ha desarrollado y más posibilidades tendrá de ser una persona independiente y feliz.

Cuando tenemos un bebé recién nacido en nuestros brazos, nos damos cuenta que su capacidad para responder es mínima. Depende de que su mamá responda por él para ser alimentado, saciar su sed y calmar cualquier incomodidad. Lo único que puede hacer el recién nacido es llorar y reaccionar con un conjunto de reflejos instintivos, como el reflejo de succión, que lo apoya en su sobrevivencia. Conforme el bebé crece, adquiere más capacidades para responder. Un niño de preescolar ya puede vestirse por sí sólo, lavarse los dientes, beber de un vaso, tomar comida y llevársela a la boca. Este desarrollo de capacidades les permite a los niños pequeños ser más responsables de su persona y con ello, atender por sí mismos algunas de sus necesidades. Pero deberá desarrollar muchas otras habilidades antes de poder ser independiente.

A mayor capacidad de satisfacer nuestras necesidades físicas y afectivas de manera independiente, mayor capacidad de ser responsables y felices. En la medida en la que vamos madurando, debemos aprender a responder por nuestra sobrevivencia y nuestra felicidad. Todos aquellos que llegan a la edad adulta seguros de poder obtener alimento, casa, abrigo, amor, sentirse competentes y tener un sentido en la vida sin depender de que otros lo consigan por ellos, han desarrollado mayor sentido de responsabilidad que aquellos que aún esperan que los demás sean los que llenen sus necesidades físicas y afectivas. Tere es una joven que ha aprendido a llenar sus necesidades afectivas de sentirse amada, aceptada, competente, valiosa y de mantener conexión emocional sana con sus seres queridos. Sabe que ella es la responsable de cuidar estas necesidades y por lo tanto a sus diecisiete años busca desarrollar diferentes habilidades que le permiten sentirse competente. Es muy hábil en los deportes, disfruta mucho la lectura, sabe ser una líder justa y organizada en los equipos de la escuela. De hecho, es muy buena en matemáticas y con ello ayuda a sus compañeros que tienen dificultades. Hacerlo satisface sus necesidades de sentirse valiosa y aceptada entre sus compañeros. Además, atiende a su cuerpo con ejercicio y una sana alimentación, porque sabe que es una manera de amarse a sí misma. Y por supuesto, cuida de su familia y sus amistades a través de responder a los compromisos que le corresponden. Cuando piensa en el futuro, Tere se siente confiada de que poco a poco podrá desarrollar las habilidades para ser una mujer independiente. En cambio, Mariana tiene la misma edad que Tere, pero ella no ha desarrollado tantas habilidades. Está acostumbrada que sus compañeros le pasen la tarea, depende de que le digan qué bonita se ve en la mañana para sentirse amada y aceptada. Depende de comprar ropa de marca y estar a la moda para sentirse valiosa. Además, depende de que su mamá la levante en la mañana para ir a la escuela. Pasa la mayor parte del tiempo en el internet viendo videos y leyendo acerca de la vida de los demás, en lugar de invertir sus esfuerzos en el desarrollo de nuevas habilidades. Mariana está acostumbrada a que los demás y las cosas materiales llenen sus necesidades afectivas de sentirse amada, aceptada, valiosa y competente. Mariana piensa que ser joven consiste en divertirse con los amigos y evita a toda costa pensar en el futuro, porque en el fondo le da miedo no poder ser independiente. Con estos dos ejemplos se puede ver la relación que existe entre el desarrollo del sentido de responsabilidad, la independencia y la seguridad en uno mismo. Tere a sus diecisiete años había desarrollado más habilidades para responder que Mariana, lo que le daba mayor seguridad y más posibilidades de ser una persona independiente y feliz.

La responsabilidad no nada más tiene que ver con nosotros y nuestras necesidades. Conforme crecemos, también descubrimos que tenemos el potencial de responder por los demás y que hacerlo nos da privilegios, mayor libertad y nos hace sentir valiosos, competentes y seguros. El señor Juárez es empleado de una fábrica y depende de un sueldo fijo que recibe cada mes para mantener a su familia. Todos los días llega temprano y durante ocho horas, cumple con su trabajo que consiste en ensamblar juguetes para niños. El señor Hernández es el gerente de la fábrica y también recibe un sueldo mensual. Pero este último es cuatro veces más alto que el del señor Juárez. Sin embargo, para que el señor Hernández pueda tener su puesto, necesita responder con más y mayores habilidades y responder por más gente que el ensamblador de juguetes. El puesto de gerente requiere de capacitar, contratar y supervisar al personal, así como de asegurarse que el producto no tenga fallas. Por último, el Señor Mancera es el dueño de la fábrica. Su sueldo no es fijo, pero algunos meses su ingreso llega a ser hasta diez veces más alto que el del gerente de la fábrica y tiene una gran libertad de horarios. Él elige los días que trabaja y los que dedica a su descanso y recreación. Para tener esos privilegios, el Señor Mancera ha pasado gran parte de su vida desarrollando la habilidad de hacer negocios, de ganar dinero a través de hacer lo que él disfruta, de contratar y capacitar gente, de buscar compradores para sus productos, de hacer inversiones, de conseguir préstamos bancarios, y de responder por el sueldo de todos los empleados de la fábrica. Las habilidades y la capacidad para responder por el salario de mucha gente del señor Mancera no se comparan con los del gerente de la fábrica, ni mucho menos con los del ensamblador de juguetes. Por lo tanto, la capacidad para responder del señor Mancera es mucho mayor que la capacidad que hasta el día de hoy han desarrollado el señor Juárez y el señor Hernández. El señor Mancera, el señor Juárez y el señor Hernández tienen treinta y nueve años de edad y sin embargo sus responsabilidades diarias son muy distintas. Si tuvieras que elegir entre estas tres personas, ¿cómo quién te gustaría ser en un futuro?

Este último ejemplo es aplicable en muchísimas áreas de la vida. No solamente nos conviene ser responsables de nuestra habilidad para generar dinero y saciar nuestras necesidades físicas. Nos conviene amarnos y aceptarnos tanto, que no dependamos del amor de otra persona para ser felices; nos conviene sentirnos tan valiosos que no dependamos del último cosmético, el último modelo de celular o el auto más caro para sentirnos especiales; nos conviene responder por el sentido y la misión de nuestra vida a tal grado, que no dependamos de la misión y la motivación de otros para seguir adelante.

En ocasiones al hablar de responsabilidad con algunos niños y jóvenes observo cómo esa palabra les pesa, les desagrada o les incomoda. Pero al descubrir que ser responsables les da mayor libertad e independencia en la vida muchos dejan de verla como algo desagradable. ¿Te consideras una persona que siente desagrado hacía la palabra responsabilidad?, ¿te consideras responsable de acuerdo a tu edad?, ¿aún te levanta tu mamá por las mañanas para ir a la escuela?, ¿aún le pides a tus papás que te lleven la tarea a la hora del recreo cuando no la terminaste a tiempo?, ¿dependes de que otros te recuerden tus responsabilidades para que las atiendas?, ¿dependes de que tus autoridades te den premios para cumplir con lo que tú sabes que te corresponde? Contestar las preguntas anteriores con tus hijos, les permitirá analizar su relación con el sentido de responsabilidad y cuestionarse si quieren continuar por el mismo camino o hacer un cambio.

La decisión de ser una persona responsable siempre estará en nosotros tanto como la posibilidad de ser feliz, independiente y exitosos en la vida.