¿Le has enseñas a tu hijo los lentes con los que ve la vida?

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Uno de los factores que más determinan nuestro estado de ánimo son los lentes con los que vemos la vida. Según Fisher, experto en el tema de la felicidad, los lentes con los que vemos la vida están compuestos de tres elementos. El primero de ellos es la atención. Los investigadores de la atención estiman que del cien por ciento de los estímulos que nos rodean, el ser humano únicamente capta con su atención el cinco por ciento. Es decir, aproximadamente 95% de lo que hay a nuestro alrededor pasa desapercibido. Por eso, cuando dos personas van a un mismo evento una puede salir contenta y otra disgustada. Y esto depende en gran medida de a qué le puso atención cada quién. Si del cinco por ciento de la capacidad de prestar atención alguien se fija sólo en lo que sale mal de un evento y la otra persona sólo se fija en lo que sale bien, lo más probable es que uno salga contento y el otro disgustado.

El segundo elemento que forma los lentes con los que vemos la vida es la interpretación. En ocasiones dos personas prestan atención a un lunar que tiene cierta persona en su cara. Y a pesar de ver lo mismo, uno ve al lunar como algo que embellece el rostro y otros, como algo desagradable que lo ensucia. Esto es precisamente la interpretación que le damos a las cosas. Mientras más positiva sea la interpretación de los estímulos a los que les prestamos atención, más posibilidades tenemos de ser felices. Cuando pasamos una temporada con nuestros hijos en los que nos damos cuenta que predominan sus emociones negativas, es de gran ayuda identificar si en realidad sus emociones provienen de una interpretación negativa del mundo. Y si ese es el caso, debemos apoyarles a interpretar las cosas de manera optimista. Esto toma paciencia y práctica, pero a la larga siempre da resultado.

El tercer y último elemento que conforma los lentes con los que vemos la vida, es lo que recordamos de las experiencias que vivimos. Para entender este punto es necesario reconocer que la memoria humana es sumamente falible, y que lo que recordamos de todo lo que hacemos durante el día, ni siquiera se acerca a la mitad de todo lo que vivimos. En este sentido, mientras pasan los años, nuestra mente forma una película de lo que ha sido nuestra vida mediante diferentes parches de memorias que podemos recordar. De esa película que nosotros nos contamos acerca de nuestra vida, depende en gran medida si vivimos felices, o nos sentimos víctimas de nuestras desgracias y circunstancias.

Todos los seres humanos sin excepción tenemos momentos de dolor, pero también tenemos muchas bendiciones que nos trae la vida. Las personas que se esfuerzan por recordar lo positivo que han vivido perdonan con mayor facilidad, no se viven como víctimas del mundo y tienden a interpretar las situaciones de manera más positiva.

Recuerda cuidar los lentes con los que ves la vida. Pregúntate con frecuencia: ¿a qué le puse atención el día de hoy?, ¿a lo negativo o a lo positivo?, ¿cómo interpreto lo que sucede a mi alrededor?, ¿qué es lo que deseo recordar de este día? Y ya que tú domines este concepto, compártelo con tus hijos.