Es un hecho, nadie nos enseña a ser pareja porque actualmente las escuelas no tienen esa materia que los prepare para dialogar, resolver conflictos, llegar a acuerdos y hacer un equipo mediante la relación de pareja. Por lo que muchos de nosotros, si nos descuidamos, inconscientemente repetimos los mismos patrones de interacción con nuestra pareja, que tenían nuestros padres. En otras palabras, si crecimos viendo que nuestros papás tenían una relación de control y manipulación y no nos hacemos conscientes de que no queremos lo mismo, o no aprendemos a comunicarnos de manera distinta, tenemos muchas probabilidades de repetir la misma historia con nuestra pareja.
Y es que cuando tenemos hijos, y sobre todo cuando son pequeños, dejamos en su mente grabadas cientos de imágenes y formas de interactuar y reaccionar en la relación de pareja, que forman en ellos una expectativa inconsciente de como deberán ser tratados en un futuro. Es decir, si tú eres mujer y tu hija pequeña observa que tu esposo te trata con respeto, equidad, justicia, honestidad y responsabilidad, de manera inconsciente tu hija grabará una expectativa en su mente que dice: “Cuando sea grande yo debo esperar sólo eso de los hombres, porque eso es lo que mi mamá recibe siempre de mi papá”. De igual forma si tú eres mujer y tu hijo observa que siempre tratas a tu esposo con cariño, respeto, honestidad, amabilidad y justicia, tu hijo formará una expectativa inconsciente de qué es lo que debe esperar de las mujeres en un futuro. Y durante su adolescencia, si alguien quisiera tratar a tus hijos de manera irrespetuosa, deshonesta o abusiva, tu hijo tendrá más herramientas y mayor seguridad para decir: “yo no merezco que me traten así, y por lo tanto no deseo tener una relación contigo, porque para que funcione una relación de pareja deben practicarse ciertos valores y debe existir una buena comunicación”.
En cambio, si tu hijo vive siendo el expectador de una relación en la que la comunicación es a través del control, las guerras de poder, la manipulación y las amenazas, existen muchas posibilidades de que forme una expectativa inconsciente que diga: “así es como debo esperar que mi pareja me trate en un futuro, así son las mujeres o así son todos los hombres”.
De ahí la importancia de invertir tiempo en fortalecer tu relación de pareja. Hoy gracias a los avances de la investigación sobre las parejas más felices del mundo, existen múltiples herramientas científicamente comprobadas para mejorar la comunicación y fortalecer los lazos afectivos.